lunes, 9 de enero de 2017

Doctor Strange, según Sergio Campos

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He dejado pasar algunas semanas para comentar la última película del Universo Cinematográfico Marvel y así permitir que todo aquel que quiera leer la reseña haya tenido tiempo de verla y pueda leerla sin miedo a spoilearse. Aunque como iréis viendo, siempre trato de evitar los spoilers.

Doctor Extraño es la décimo cuarta película de este universo. Una barbaridad sin precedentes. Tres películas de IronMan, una de Hulk, otras tres del Capitán América, dos de Thor, dos de Los Vengadores, y las presentaciones de Guardianes de la Galaxia, AntMan y la que nos ocupa. Todas ellas unidas en mayor o menor medida e interconectadas. Además, varios cortometrajes y cinco series de televisión (Agentes de Shield, Agente Carter, y los héroes urbanos Daredevil, Jessica Jones y LukeCage) han convertido este universo en un disfrute visual que recuerda a la creación del Universo Marvel Tradicional, el 616 de los cómics, de la mano de Stan Lee.

Pero vayamos al grano:
Doctor Extraño es sin duda una buena película de acción y magia. He de reconocer que, si bien conocía al personaje, sus aventuras nunca me llamaron la atención lo suficiente como para darle continuidad a la lectura de sus diferentes series a lo largo de los años. Dicho de otro modo, a pesar de que me fascina el U.C.M. (con sus mejores y peores producciones) lo cierto es que fui a ver esta película sin tenerlas todas conmigo, pero he de decir que salí contento con la experiencia.

Doctor Extraño es la típica película de presentación del personaje y del crecimiento que le lleva a convertirse en héroe. Es decir: cuenta el origen del héroe, lo que supone la repetición de un esquema que ya había funcionado dos veces antes (IronMan y AntMan), y que ha vuelto a funcionar - aunque hay demasiadas similitudes entre estos tres protagonistas como para no desear que en MarvelStudios se planteen otra manera de presentar los nuevos héroes en el futuro cercano.

Ya sabréis de qué va la peli: joven y magnífico cirujano, inteligente y brillante, muy pagado de sí mismo, soberbio y despectivo, sufre un accidente que le incapacita para trabajar. Viendo cómo su modo de vida se escapa por el sumidero inicia una búsqueda por el mundo que le permita encontrar la manera de recuperar el dominio de sus manos y volver a ser el que fue. Su desesperación lo llevará a una congregación en Tibet que le cambiará la vida para siempre, llegando a convertirse en hechicero para tratar de salvar el planeta.


La importancia de Doctor Extraño en este universo es vital porque es la puerta que han usado para hablar de otras dimensiones y de la magia, de los demonios y del dominio del Tiempo (así en mayúsculas), un aspecto hasta ahora olvidado y que comienzan a explorar, además, incluyendo a un Piloto Fantasma en la serie Agentes de Shield.
Así pues, tenemos el origen del nuevo héroe, tenemos referencias a las anteriores películas, lo que da cohesión e inspira pertenencia al universo, tenemos novedades importantes para el futuro a nivel global, tenemos acción espectacular (atentos a esa manera de presentar el dominio de la realidad, muy Steve Ditko) y tenemos humor marca de la casa (¿quizás demasiado?).

Es precisamente esta última parte que comento lo que menos me ha funcionado. Es cierto que el humor es sello Marvel, pero no es menos cierto que en esta película tengo la sensación de que ha sido peor utilizado. En especial cierto momento a lo Aladdin que me sacó por completo de la acción, pero ha sido un problema general de la peli, no de esa escena en particular. Igualmente, toda la trama con la que fuera su pareja resulta forzada y mal aprovechada. Sin embargo ninguno de estos puntos hicieron que no disfrutara la película.

En definitiva, cine palomitero del bueno, visualmente tremenda y sin duda divertida, que deja con ganas de más Marvel. Sobre todo tras ver las dos escenas post créditos.

Nota: 7,5/10

Texto de Sergio Campos
Fotomontaje idiota de A. Moreno

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