No se sabe si de una
galaxia muy muy lejana, pero sí que desde no hace mucho tiempo
vienen dando guerra en son de paz. Al menos con un disco bajo sus
brazos con ventosas. Estamos a punto de hacer historia en este
humilde medio. Gracias a Rock Estatal Records procedemos a establecer
contacto con una tripulación de otro sistema solar. Alien Rockin’
Explosion encontraron un disco alternativo (boicoteado por un
científico friki del rock) que se lanzó al espacio en la Voyager
con canciones de bandas como Black
Sabbath, Judas Priest, Deep Purple, Uriah Heep, Queen, Rush, AC/DC,
Aerosmith, UFO, Rainbow, Led Zeppelin, Kiss o Alice Cooper.
Se largaron de su Incógnita natal, carente de
música, y decidieron presentar batalla a la mediocridad que reina en
este nuestro bello (aunque lleno de reguetón y otras aberraciones)
planeta azul montando su propia banda. Comienza el viaje.
La i Crítica - Lo
primero que nos gustaría saber como humanos es si realmente venís
en son de paz y si tenéis algún poder especial como encender un
dedo o similar.
Van
Halien: ¡Saludos, terrícolas!
Hemos venido al son del rock’n’roll. Y, aunque no podemos
encender nuestros índices como E.T., tenemos otras habilidades
especiales que iréis descubriendo poco a poco.
Mazzurg:
No quiere enumerarlas porque es el único que no tiene poderes ¡jaja!
Red-Trysha:
Chicos, controlaos, ¡que acabamos de empezar la entrevista!
LiC - Acabáis de
sacar vuestro primer disco terrícola pero ¿cuándo empezasteis
vuestro viaje interestelar musical?
MZ:
Yo fui el primero en llegar, la vanguardia, la punta de lanza. ¡Soy
el origen de la banda!
VH:
Pfff… Ya estamos…
RT:
Es cierto que Mazzurg llegó el primero, tras encontrar el disco de
oro que tanto nos ha impresionado. Poco después vinimos el resto.
Llevamos tiempo viviendo entre vosotros de incógnito, tratando de
aprender y adaptarnos a vuestro planeta y vuestras costumbres. Y
sobre todo ¡disfrutando de la música!
LiC – ¿El
proceso de grabación ha sido algo de otro mundo u os habéis sentido
cómodos con esta primera experiencia? Si es que es vuestra primera
experiencia.
RT:
Nos hemos sentido comodísimos, gracias al gran Kike Hernández de
Find-Us Estudios.
Era mi primera vez, aunque los chicos ya habían hecho sus “pinitos”
musicales en el pasado, y ha sido una experiencia muy intensa y
enriquecedora.
MZ:
Hemos conseguido un sonido muy orgánico, muy cercano al sonido en
directo de la banda, tal y como hacían los terrícolas en los
setenta. Las baterías, por ejemplo, suenan acústicas, con dinámica,
armónicos en los tombs
y cola en los platos. Estoy muy satisfecho.
LiC -Edguy
tienen un tema en su disco Mandrake llamado Save us now,
dedicado a su batería al que cariñosamente llaman Alien Drum Bunny.
¿Os conocéis?
VH:
¿Felix Bohnke? ¡Sí! Lo conocimos en el Full
Metal Cruise II. Es un festival de
metal en un crucero, organizado por la gente del Wacken
Open Air. ¡Incluso tocamos algunos
temas juntos!
RT:
¡Imagínate! Por las noches, en la All Star Jam, nos reuníamos los
músicos de diferentes bandas e interpretábamos grandes clásicos
del heavy metal. Allí había terrícolas de grupazos como Doro,
Stratovarius,
Avantasia,
Iron Maiden…
¡Y nosotros! Van Halien incluso fue el guitarrista titular la
segunda noche. ¡¡Fue una experiencia inolvidable!!
LiC - Empezásteis
con una biógrafa gráfica, Morgana, y ahora vuestras
peripecias las relata el también dibujante Pocopelo quien, en
su infinita paciencia, os acoge en su regazo. ¿Cómo fue y cómo es
la experiencia con cada uno? Debo decir que con los dos me he
divertido mucho.
(Los cómics se pueden
encontrar aquí
y cada mes en la revista La Heavy)
RT:
Morgana fue nuestra primera anfitriona pero ahora quien nos soporta
es Rubén “Pocopelo”. ¡Bendita paciencia tiene, como bien dices!
No es nada fácil ayudarnos en nuestra adaptación a la Tierra.
MZ:
Los cómics son parte esencial de nuestro proyecto musical y hemos
tenido la inmensa suerte de toparnos con estos dos grandes
ilustradores. La experiencia con Morgana fue fantástica y con
“Pocopelo” es incluso mejor.
VH:
Nos alegramos mucho de que os parezcan divertidas nuestras aventuras.
“Pocopelo” nos dice que son cosas con las que cualquier amante de
la música rock puede sentirse identificado.
LiC - Y hablando
de diversión, es algo que se percibe en el tono de vuestras
canciones. Para los aliens ¿también es vital pasarlo bien para que
la experiencia sea completa en el seno de la banda?
RT:
Estamos muy, muy felices de estar aquí, en la Tierra y poder
disfrutar de la experiencia de tener nuestra propia banda de rock.
VH:
Hemos venido a pasarlo bien y ojalá logremos contagiaros nuestro
entusiasmo. ¡Preparaos para la invasión rockera alienígena,
terrícolas!
LiC - También se
nota bastante en vuestro primer videoclip oficial, super loco, de la
canción Taste of Rock’n’Roll
en cuyo rodaje seguro que disfrutasteis.
¿Veremos algún
documento más como este en un futuro antes de que intenten ocultarlo
todo en el Área 51?
VH:
¡Es verdad! Tenemos que tener cuidado con los Hombres de Negro.
MZ:
Con “Taste of Rock’N’Roll” intentamos narrar en 3 minutos
nuestra llegada a vuestro planeta. No sé si lo conseguimos… pero
lo pasamos increíble, aunque fue agotador. ¡14 horas de rodaje!
RT:
También hemos lanzado “Once A Week”, con imágenes de nuestra
actuación junto a los alemanes Bonfire.
¡Así tenéis un adelanto de cómo las gastamos en directo!
LiC - Aunque en
alguna que otra se tratan temas serios, vuestras letras tienen un
objetivo del todo optimista. ¿Qué pasó en Demons in the night,
la escribisteis después de ver el telediario? (Es una de las que
más me gusta, cuidao)
RT:
Es cierto, ¡vuestros noticiarios son muy deprimentes! Sin embargo
nosotros creemos que hay muchas razones por las que estar alegres y
ser optimistas y nuestras letras así lo reflejan.
MZ:
No obstante siempre hay alguien dispuesto a estropearte el día.
Tenemos un vecino que protesta constantemente porque dice que ponemos
la música demasiado alta. ¿Te puedes creer? Así que decidimos
tomar medidas.
RT:
“Demons In The Night” narra la historia en primera persona de
alguien que es atormentado por seres terribles cuando cae la noche,
pero a quien nadie cree cuando lo cuenta y pide ayuda.
MZ:
Eso sí… si nos acusas de acosar a nuestro vecino cascarrabias por
las noches lo negaremos rotundamente ¿eh? Je, je.
VH:
¡No se lo digas a los Hombres de Negro, que nos buscamos un
problema!
LiC - ¿Cómo se
ve desde el espacio exterior el protagonismo de las hembras humanas
en el rock?
MZ:
Nosotros venimos de fuera, pero da la impresión de que
tradicionalmente el rock era cosa de terrícolas masculinos, salvo
contadas excepciones. Sin embargo, observamos que poco a poco las
hembras se van incorporando no solo al puesto de cantante sino
también al de instrumentistas, managers, “pipas”, redactoras,
fotógrafas, etc.
RT:
El mero hecho de que nos preguntéis por ello implica que aún queda
mucho por hacer, pero se va mejorando, sin duda.
LiC - ¿Qué
dificultades encontráis a la hora de encajar en nuestra
civilización?
VH:
¡Buff! ¡Como empecemos, esta entrevista no acaba nunca!
MZ:
Hay muchas cosas que nos desconciertan de vosotros. Como por qué
construís luces de comunicación de intención de dirección en los
coches para luego no usarlas, o por qué insultáis a máquinas
expendedoras de tickets que no están programadas para escucharos…
RT:
Yo no entiendo por qué maltratáis tanto a vuestro hermoso planeta.
¿Sabéis lo que tardará en recuperarse Doñana? Es muy triste…
VH:
Para intentar comprenderos hacemos pruebas en nuestro Laboratorio de
Experimentos Alienígenas de Alien Rockin’ Explosion (L.E.A A.R.E),
aunque no siempre obtenemos resultados concluyentes.
LiC - Y en los
conciertos, ¿dónde colocáis el arenero para Gato?
VH:
Yo he propuesto usar la funda de la caja de Mazzurg.
MZ:
¡Ni de coña! ¿Por qué no usas la funda de tu guitarra?
RT:
Estooo… digamos que la discusión queda aparcada porque Gato está
muy enfadado por estar atrapado en el cuerpo de un felino y no quiere
salir de casa. En los directos, está tocando con nosotros Alberto
Garrido, el único humano que ha sobrevivido hasta ahora al efecto de
los poderes de control mental de Gato. ¡Se está convirtiendo en uno
más de la banda!
LiC - He
investigado un poco y he encontrado versionacas vuestras de
artistacos humanos (al menos humanoides) en acústico. ¿Tenéis
pensado electrificarlas, llevarlas al directo o incluirlas en futuros
trabajos? Os dejamos un par.
VH:
Esos vídeos son de Alien Rockin’
Show, el proyecto de versiones de
rock en acústico con el que nos hemos ido fogueando antes de
lanzarnos con A.R.E. Nos encanta ese formato, tanto que hemos
adaptado todas nuestras composiciones al acústico, modificando lo
que hiciera falta para que funcionaran y así poder ofertar un show
diferente en aquellos lugares no aptos para la caña del eléctrico.
¡Tenéis que ver cómo se las gasta Mazzurg con el cajón flamenco!
LiC - Aparte de
Michael Jackson y Steve Vai (por diferentes motivos) ¿de qué más
artistas terrícolas vivos o muertos sospecháis que son aliens?
MZ:
¡Uy! Ya bastante desvelamos en aquella historieta que publicamos en
La Heavy.
Nos podríamos buscar un problema. Dejémoslo en que hay muchos más
aliens de los que imagináis en vuestro planeta. Algunos están de
paso y otros llevan generaciones establecidos. ¡Hay incluso
mestizos!
LiC - ¿Qué
previsiones hay para el verano conciertero/festivalero? ¿Dónde y
cúando vais a tratar de convencernos de que os habéis integrado
totalmente (o no)?
MZ:
Este verano queremos centrarnos en aumentar nuestro repertorio de
temas propios, preparar los shows de otoño y avanzar en el comic que
narrará nuestra historia. ¡Es muchísimo trabajo!
LiC - ¿Queréis
dejar un mensaje a la humanidad, a nosotros y a quienes nos leen
(entre los que seguro se encuentra algún que otro extraterrestre)?
VH:
Terrícolas, hemos venido a quedarnos. ¡Leed nuestros comics,
escuchad nuestra música y seguidnos en las redes sociales!
RT:
¡Ayudadnos a propagar la invasión rockera alienígena!
MZ:
Larga vida y prosperidad. ¡Y muchas gracias por esta pedazo de
entrevista!
Hasta aquí el cuaderno
de bitácora de este viaje intermusiquestelar con una banda que no
dejará indiferente a nadie por su originalidad y sus canciones
buenrolleras. Debo decir que he disfrutado mucho con todo: con la
música, con los cómics, con la parafernalia que rodea al grupo y,
por extensión, con el proceso de creación de esta modesta
entrevista. Realmente necesitamos más invasores de otros mundos así.
Leer es pensar. No es que leemos y luego pensamos, sino que pensamos
algo y lo leemos en un libro que parece escrito por nosotros pero que no
ha sido escrito por nosotros, sino que alguien en otro país, en otro
lugar, en el pasado, lo ha escrito como un pensamiento todavía no
pensado, hasta que por azar, siempre por azar, descubrimos el libro
donde está claramente expresado lo que había estado, confusamente,
no-pensado por nosotros. Un libro para cada uno de nosotros. Hace falta,
para encontrarlo, una serie de acontecimientos encadenados
accidentalmente para que al final uno vea la luz que, sin saber, está
buscando.
...es una novela breve bastante original de Amélie Nothomb. Ha sido el punto inicial para sumergirme en su escritura (ya cuento con otros títulos de la autora) gracias a su sipnosis: "La protagonista es una niña superdotada que opta por vegetar, autoproclamándose Dios, y negándose a manifestar sus emociones hasta el momento en que descubre el sentido de la vida, el placer, en una barrita de chocolate, y la muerte en un estanque habitado por carpas."
Como sabéis la infancia y la muerte son dos temas muy presentes en mi vida así que un libro que encierra esas características no podía pasar desapercibido. Gracias a su singularidad a conseguido mantenerme "en vilo" y que lo devore e inicie otro con ganas de seguir enredada en su estilo. Me ha encantado su forma de reflejar las dudas existenciales al ser pequeño, los descubrimientos de los límites y de las diferencias, las historias del aya, el juego de "el desafío", etc. Cuando somos pequeños nuestro universo se reduce a lo que abarcan nuestros ojos y el apocalipsis puede ser cualquier cosa que haga cimbrear lo conocido, no comprendemos que más allá de las paredes que nos encierran hay otras vivencias que a veces se entrelazan con la nuestras y otras pasan de largo, que somos tan insignificantes y necesarios como un grano de arroz.
Me gustaría ser lesbiana para decirle a mi novio otra excusa mejor que el "me duele la cabeza", porque a los heteros no les preguntan sobre su sexualidad, para tener el doble de posibilidades de encontrar compresa si me pilla de sobresalto la regla, para no gastar tanto dinero en preservativos... pero, sobre todo, me gustaría ser lesbiana para discutir con mi padre y, por lo menos, tener algo sobre lo que hablar con él.
Así me siento en ocasiones y se llama el corto que traigo hoy. La historia es desconcertante y te mantiene en vilo queriendo saber qué y porqué, por otro lado el Stop Motion u otro tipo de animación, bajo mi punto de vista, es un plus dado a que son técnicas que requieren mucho tiempo y esfuerzo invertido. Prefiero que os adentreis en el a destriparlo como un pescado y que luego no lo disfrutéis en la mesa.
Ya tenemos en nuestras pezuñas el primer número, listo para que acabe en vuestras manos. Ha costado sangre, horas de sueño, sudor, pataletas, lágrimas, venas hinchadas y otras muchas cosas que esperamos se vea en el resultado. Pero sobre todo, para lo que ha servido tanta angustia, es para mejorar y no volver a cometer los mismos errores en el próximo número. (Por cierto, en el lateral de la página podéis ver las presentaciones que haremos :))
Un precio de risa (3'50€) y un contenido de lo más variopinto. Tras la portada de Pedro An., alumno de la Escuela de arte de Sevilla, encontraréis literatura, música, arte visual de todo tipo, cine, y un salteado con muchos ingredientes interesantes.
Hemos tenido el placer de entrevistar a Ricardo Guadalupe, Emma J. Bach, Jose Fraidías, Margo Cilker y Juanjo Ramírez Mascaró.
Nos han prestado sus textos Gabriela piedrabuena, Ramsés Torres, Jose Carvajal y Sebas Abdala. Y hemos hablado de artistas como el antes mencionado Pedro An. y Guillermo Núñez.
Para todo lo demás, los habitantes de esta casa de locos: Saray Pavón, Migue Carrión, Álex Ruiz, David Losada, Mario Tornillo y A. Moreno.
Y, por supuesto, otras personas que han hecho posible estos ejemplares a todo color son nuestros patrocinadores: Devilbao y DevilShop, Circulo Rojo Editorial, HomeInfo soluciones informáticas, EF soluciones, Maite Márquez (Psicóloga), Bar Mega, Tetería Gautama y la publi solidaria para la protectora El buen amigo.
PD.: El marcapáginas no era un mero adorno para la foto, aunque mole. Irá dentro de cada ejemplar.
Nota informativa:
-Periodicidad: Semestral.
-La portada irá cambiando de colores (el marcapáginas es un spoiler del nº2) y de diseño (cada 3 números).
-Si quieres participar en nuestra revista puedes mandarnos tu texto, reseña, entrevista, idea, ilustración, pasatiempo, etc. (en plural o singular) a redaccion@laicritica.es
-Para publicitarte sigue el mismo mecanismo, correo al canto. Dinos qué opción encaja con
tus necesidades/espectativas/economía entre las que ofrecemos. Aquí puedes verlas en simpáticas simulaciones. redaccion@laicritica.es
-Si tienes alguna duda... ¡plantéanosla en un comentario! :)
Puedes encontrar La i Revista en:
-Caótica C/ José Gestoso, 8
-La jerónima C/ Jerónimo Hernandez, 14 (Sevilla)
-Librería Padilla C/ Trajano, 18
-Y disponible en versión PDF.
Letras callejeras de Samuel Morales acompañadas por un rock
contundente sin más, elaborado por toda la banda. Estos son el mencionado Samu
a la voz y guitarra, David Jiménez
(guitarra), Miguel Martínez (bajo) y
Jesús Hervías bajo la producción
(bastante impecable) de Javier Salas
en La caverna Estudios.
Este último contribuye con el tema Nada
es igual y tocando la pandereta. Rock y punto.
Rock maduro desde Asturias. No es
que antes no lo fueran, pero este es su disco más netamente rock desde que,
discos atrás, abandonasen progresivamente el punk más clásico para explorar nuevos
sonidos más intimistas. También se trata del tercero de estudio mezclado por Dani Sevillano, productor de bandas
como WarCry (Alfa, Inmortal y el
reciente Donde el silencio se rompió).
Tanto la música como las letras son responsabilidad de toda la banda, a
excepción de Entrelíneas, en la que
colabora y presta su voz Alberto Claver,
poeta asturiano. Tanto la cubierta como el diseño interior del digipack son
exquisitos, por obra de Javier Lerena.
Son el ave Fénix que emerge de los
restos de Flaming Riffs. Bajo este
nuevo nombre, los de Portugalete ofrecen más rock and roll auténtico que anima
a cualquiera. Sonido setentero, guitarras potentes, letras cargadas de
carretera y experiencia. Se han rodeado de muchos amigos que han colaborado con
coros u otros instrumentos, como el solo de guitarra en Una necesidad ejecutado por Iñaki
“Uoho”. Edu Piñeiro (voz), Alfredo “Frule”
(guitarras), Txus Alday (guitarras),
Oskar Piñeiro (bajo y coros) y Ángel Cano “Yiyo” (batería) forman este
combo fiel al movimiento rock sin más etiquetas.
Rock’n’roll puro y duro en
euskera (hay que ser muy valiente hoy en día para publicar discos en euskera) desde
Gares (Navarra). No os preocupéis, talibanes de los idiomas, que también tienen
sus letras en castellano en YouTube.
Aintzane Urroz es la cantante
principal, acompañada por las voces de su hermano Roberto (batería) y Amaia
Domínguez (teclados). Completan la formación Oliver Jaurrieta y Jaime
Navarro a las guitarras y Jabi
Navarro al bajo. Actualidad y temas más genéricos sobre una base de rock
duro que bebe por momentos de varias épocas y estilos. Aparte de los dejes de Deep Purple o Uriah Heep, puede oírse la influencia de los mismísimos ZZ Top en el tema Pijoak bihurtu gara.
Diez años de carrera y una
incansable lucha son la carta de presentación del tercer trabajo de esta banda
de Villena (Alicante). De festival en festival demuestran que lo suyo es el
combate con fuego real. Auténtico ska, punk y rock comprometido en sus letras
con la injusticia de esta nuestra sociedad. Cuentan en esta ocasión con
colaboraciones como las voces de Adriá
(La Pegatina) o Juankar (Boikot) entre
otros o la trompeta de Robe (Trashtucada). La formación
multitudinaria es:
Tito Escobar: Guitarra y voz Tonny Sánchez: Batería Abel Calatayud: Bajo Miguel Ángel Abellán: Guitarra Juanjo Clemor: Trompeta Franches Gallardo: Saxo Juan Antonio García: Trombón Emmanuel Rodríguez: DJ
Afrontar este texto sin haber
leído otros antes sobre el tema era una tarea casi imposible. Seguía con
expectación cada movimiento, cada información sobre su estreno. Conseguí
recluirme en una cueva invisible y me mantuve ajeno a trailers, teasers, rumores
y pre-críticas. Criticar algo sin ni siquiera haber sido publicado… madurez
100% humana. He intentado también que el ansia no me dominase evitando ser
tentado por mi amor incondicional a los xenomorfos y todo lo que les rodea a la
hora de comentar lo que me provoca esta nueva entrega.
Hay tantos flancos desde los que
se podría abordar que no sé ni por dónde empezar. Evidentemente no quiero
destripar nada de la trama. Y va a ser difícil, teniendo en cuenta que lo que
más me apasiona es el contexto sobre el que se mueve. Se puede comenzar por un
escueto eslogan para invitar a los indecisos a verla. En esta peli encontrarás
todos los géneros en dos horas. Hay acción, hay drama, ciencia-ficción,
suspense, terror. Y para los amantes de la pirotecnia también hay un hueco. Si
queréis recrearos la vista, es vuestro momento. Eso sí, está más que
justificada. No soy aficionado a que todo sea CGI en esta vida, pero cuando hay
que usarlo, hay que usarlo.
Una vez hechas las
presentaciones, me remango para arrojarme al pantano. También pienso que es
casi imposible analizar esto sin entrar en polémicas con un sector u otro: los
que adoran la saga, los que matarían porque no se hubiese producido nada más
allá de El octavo pasajero (Ridley Scott, 1979), los que ven bien
la inclusión de los Ingenieros, los
que odian a estos últimos, los que creen innecesaria la línea argumental
paralela de la creación y el “de dónde venimos” y los que agradecemos y
disfrutamos el contexto filosófico, biológico, político (¿por qué no?) y antropológico.
Si tuviese que ceñirme al apartado meramente cinematográfico, la peli es
correcta. Y lo es porque cumple con las expectativas al eslogan antes
mencionado. Durante la primera hora de metraje todos esos elementos y una
fuerte dosis de adrenalina se entremezclan y nos mantienen expectantes. No da
un momento de respiro. Luego empieza la chicha argumental y entran en juego los
aspectos más metafísicos y que nos obligan (al menos a mí) a pensar. Ocurre lo
que tiene que ocurrir, nos vuelve a acechar y a aniquilar nuestro querido y
perfecto organismo hostil, más acción y adrenalina y fin.
¿Comparaciones? Siempre. Con la
anterior y con las clásicas de la saga, sobre todo con las dos primeras. La
buena noticia es que nadie ha mencionado la horrible Resurrection, por ahora.
Tanto con Prometheus como con Covenantse pretende, intuyo, dar un sentido, un entorno, enriquecer los
alrededores deuna historia que
originalmente era simple: algo se cuela donde no se le espera y hace estragos.
La agonía y la claustrofobia de la primera eran resueltas con un poderoso
instinto de supervivencia unido a la inteligencia de la única que queda en pie
(sin contar al gatete Jonesy). En la segunda entrega, muchos más de esos “no
deberías estar aquí” se hacen con un complejo lleno de colonos (y luego
huéspedes para sus retoños) e intentan ser repelidos a base de fuego,
ametralladoras y músculos cuyos usuarios se convencen pronto de que no les son
de mucha ayuda. En una secuencia vital de su versión extendida, (que no sé por
qué se recortó, habiendo largometrajes aburridísimos de más de 3 horaspululando por ahí) nos dan la pista del
repentino instinto maternal de la protagonista. En la tercera se trata de
otorgar un fondo a Ripley, ponerle nombre y apellidos, gestionar sus otras emociones
aparte del miedo. La convierten en una mujer que ha sufrido ya dos calvarios y
tiene necesidades humanas. Este bien podría haber sido el fin de la saga de la
teniente, pero pretendieron forzar la máquina y estirar su ADN con la siguiente
cinta. Esto daría para otro debate, así que lo dejo aquí. Avanzan poco con la
construcción de este personaje, pero lo enriquecen, adornando esa trama de
organismo cabrón que está hecho para perpetuarse sin importar el cómo y, sobre
todo, el dónde. La nueva hornada se dedica a eso mismo, pero centrándose en dos
aspectos olvidados:
1. ¿De dónde coño sale este
bicho?
2. ¿Y de dónde coño venimos
nosotros, que somos su carnaza?
Lo que plantea un tercero que es
el meollo: ¿qué papel jugamos nosotros y hasta dónde somos responsables en todo
esto?
Precisamente por lo anterior no
hay comparación posible porque se trata de los complementos que terminan de
completar y los que nos hacen comprender, al menos de forma superficial, el
porqué del xenomorfo: su fuerza, su poder, su capacidad de adaptación, su
origen.
Por otra parte, sí cabría
destacar ciertas carencias que son irremisiblemente adyacentes a sus
predecesoras. No es una comparativa, es algo que se echa de menos en general en
el cine actual. Y es la ausencia de unos personajes secundarios tan potentes
que pasan a la historia dentro de su propio film, poniéndose a la altura de los
protagonistas. Véase, y tomando como ejemplo El Regreso (James Cameron
1986),el cabo Hudson (interpretado por
el tristemente desaparecido Bill Paxton),
Hicks, Drake, Vásquez… Incluso Burke, la parte pragmática, corporativa y
detonante del desastre. En pocos minutos se hacen con la pantalla y con
nuestros corazones, para quererlos o para odiarlos, pero se quedan en nuestro
recuerdo. En esta ocasión no se crea o no se dispone del carisma suficiente
para tal fin. Y sin ayuda del guión se hace más difícil aún.
Otra pequeña pega, aunque
comprensible, es la inclusión del organismo hostil no identificado en el tramo
final. Es como un intento de reconciliación con los que abuchearon Prometheus
por la ausencia de esto mismo. Y digo que es comprensible porque van de la mano
en esta línea argumental que nos quieren mostrar. Llámalo como quieras: con o
sin “Alien” en el título, con el nombre de la nave que prefieras. En el
contexto creado para dar sentido a este universo tanto nosotros como el
xenomorfo, compartimos origen. Un caldo de cultivo que nos hizo lo que somos y
que fabricó, por medio de nosotros (directa o indirectamente), el antídoto a
esa enfermedad llamada humanidad. Te puede gustar o no, pero es lo que hay. Es
posible que se rinda tributo a sí mismo tomando nota de la peli primigenia para
hacernos pasar ese mal rato otra vez, y que resuelva algunas secuencias de
forma abrupta y poco pulida, pero el señor Scott pretende que no olvidemos
quien reina y probablemente reinará en el universo. Para saber gracias a quién
tendrás que verla.
Ya en la anterior se atisba y,
desde la primera obra, conocemos sus peligros. En ésta es fundamental y yo
diría que absoluta protagonista: la inteligencia artificial. Nos hace ver sobre
todo lo indispensable que se vuelve y, a su vez, lo molesto que resulta que
tengan pensamiento y criterio propios. Si el bicho encumbra la cadena trófica
del cosmos, Michael Fassbender,
quien encarna a la vez a dos sintéticos, domina la pantalla, la trama, el
elenco y todo lo que se le ponga por delante. Doble papel y doble derroche
interpretativo aprovechado al máximo por el director para sacar adelante el
apabullante entramado moral y psicológico que rodea a un(os) ser(es) que ni
siquiera debería tener inquietudes más allá de las relacionadas con satisfacer
órdenes. Lo realmente interesante es cuestionarse si las desviaciones en sus
conductas se deben a una programación maleable desde el principio o al hecho de
que, como decían en Parque Jurásico (Steven Spielberg, 1993) “la vida
(incluso la sintética) se abre camino”.
En cuanto a esos agujeros en el
guión tan criticados por mucha gente, hay un par de cosas que me gustaría que
se tuviesen en cuenta. La primera: hay cosas que tú, espectador, sabes pero los
personajes no. Por lo que llamar estúpido, inútil, cutre, a alguien que no
tiene ni pajolera idea de lo que está ocurriendo a su alrededor a millones de
kilómetros de su planeta natal, me parece, además de una falta total de empatía
por el personaje, una manera muy torpe de salirse de la película. De hecho, es
uno de los ingredientes básicos en el suspense y el terror, que te haga
cómplice pero no partícipe, una especie de “se mira pero no se toca”; no puedes
cambiar nada, solo temer por el incauto.La segunda, tiene que ver directamente con la primera. Se debería dar
por sentado que, en esas situaciones, bajo esa presión, con el miedo totalmente
comprensible que te vuelve irracional a no ser que seas el tipo más duro de la
historia del cine, se cometan estupideces y se muera. Hay personajes que bien
por todo lo que han perdido o por lo único que les queda, enseñan los dientes y
olvidan el miedo movidos por la rabia o el dolor. Pero todos nos acordamos del
antes mencionado Cabo Hudson. Un marine preparado para el combate y armado
hasta los dientes pero incapaz de controlar el pánico. ¿Qué nos hace pensar que
un geólogo, biólogo o médico puede afrontar mejor este tipo de crisis?
En definitiva, con sus “fallos”,
menos graves que en Prometheus (Ridley Scott, 2011), (aunque parece que
todo el mundo se ha vuelto un experto en agujeros de guión, pero se tragan
todas las pelis de superhéroes habidas y por haber sin pestañear) entretiene
cuando debe hacerlo, y nos da la oportunidad de pensar e intentar ir más allá.
Aunque explica bastantes cosas, quedan muchas que se dejan deliberadamente en
el aire para que usemos un poco la imaginación. Al menos yo lo hice y me
emocioné pensando en las posibilidades.De lo que estoy realmente seguro es que esta entrega gira en torno a
Walter y David, los dos sintéticos que quieren ser hombres, cada uno a su
manera y, a su vez también, ven al resto de humanos desde su propio prisma.
Aquí entra, para terminar, la reflexión que extraigo de los dos visionados y de
la que os hago partícipes: ¿qué haríais si poseyeseis todos los conocimientos
del mundo, siendo conscientes de que sois inmortales y superiores en muchos
sentidos a los seres humanos y tuvieseis acceso al germen de la vida, no sólo
de éstos últimos, sino de cualquier otro tipo?
Texto de A. Moreno
Foto (sin luz) de A. Moreno a un trabajo en resina
de poliester perpetrado por él mismo y Saray Pavón
Este año me han descubierto muchas maravillas en la clase de Historia del grabado, entre las piezas del puzzle se encuentra la figura de Aubrey Beardsley. Para que os acerqueis a él os dejo el pdf (lo podéis aumentar y/o descargar) no sin antes comentar que he pretendido que el diseño mantenga el estilo de este gran artista y que el requisito era no excederse de las cinco páginas.
Espero disfrutéis de Aubrey y sus ilustraciones tétricas-sutiles.
El empedrado de las calles me recordaba a un rompecabezas, un puzle de millones de piezas desperdigadas y desordenadas a mis pies. Y cada una de ellas era un recuerdo que me unía a mi antigua vida de alguna forma, en algún momento, en algún lugar de mi atormentada memoria. No tenía muy claro el porqué, pero continué caminando sin rumbo por los estrechos callejones y pasajes de esta hermosa ciudad. Deambulaba solo, cubierto por un halo de melancolía que me impedía formar parte de la magia que emanaba cada rincón, cada una de sus gentes. Un escudo me mantenía ajeno a su misticismo, y al tiempo, de cuyo transcurrir dejé de tener constancia en cuanto me eché a las calles por primera vez.
En mi caminar, lento y resignado, mi mente pensaba sin permiso en los errores del ayer, obcecada en hacerme sentir culpable, empeñada en ocultarme la belleza que se abría a mi alrededor. El olor del mar calmó por unos momentos su ansia por destruirme y pude dejarme guiar por su aroma, y por el incesante canto de las aves marinas. Allí, junto al muelle, la brisa se encargaba de dispersar los malos pensamientos y hacerlos volar, sorteando el aleteo de aquellos pájaros que me enseñaron, sin pretenderlo, el significado de la libertad. Y yo aun no lo había comprendido, pero me habían dado la llave de la primera puerta que debía franquear: la que ocultaba tras su hoja la agradable sensación de no sentirse solo.
El atardecer ya se cernía sobre el paseo, aunque amanecía en mi interior, y dejé que toda esa luz inundase cada resquicio de mi atenazada mente. Entonces me dejé llevar completamente y me sumí en el olvido, y quedé a merced de la ciudad. Le ofrecí el control total de mis recuerdos. Permití que juzgara mi pasado, a sabiendas de que jamás emitiría una sentencia contra mí. Y la cobardía fue enterrándose a sí misma bajo toneladas de piedra y tejados, bajo el traqueteo suave del tranvía y el eco de miles de pasos amables. Y el miedo fue hundiéndose en las azules aguas, prendido a alguna de aquellas anclas que me recordaban que, aunque hay que sumergir el temor en lo más profundo, nunca se debe olvidar del todo su paradero. Me estaba engañando a mí mismo, lo sé, pero quizá fuera mejor así, quizá fuera preferible a engañar a cualquier otro. La majestuosidad de los últimos rayos del sol terminó de convencerme de que tal vez no fuera un error haber escapado de mí mismo, hacia la belleza; de que tal vez lo único que necesitaba era perderme entre esquinas y recodos frecuentados por desconocidos, entre maravillosos edificios y puentes, perfumados con la sal y el paso del tiempo...
Todo es muy extraño y complicado, incluso aquí, donde todo puede volverse en mi contra en algún momento a pesar de que me siento arropado por cada uno de sus muros. Sin embargo, ahora me atrevo a asegurar que mi sitio está aquí y, aunque a veces hay que huir sin mirar atrás, tengo la certeza de que, en un lugar como éste, uno no puede refugiarse con los ojos cerrados.
Cartel realizado para una exposición de alumnos de la Escuela de Arte de Sevilla, que invita a ser intervenido y deja espacio para ello. Como propuesta alternativa, en él se colocan algunos de los trabajos presentes en la exposición.
La Escuela de Arte de Sevilla imparte diferentes ramas que abarcan la Serigrafía Artística, Grabado Calcográfico, Escultura y un largo etc.donde se encuentra también la rama de Diseño Gráfico.
Nos centramos en esta última porque se han marcado una fascinante exposición que gira alrededor del mundo de la ilustración. No es la primera que hacen, pero en esta ocasión intervienen: Virginia Cabrera Padilla, Ana Carmona Macías, Matías Casé Pojomosky, Laura Gayoso Pérez, Celia Martínez Alonso, Tobi Morillo Gata, José Antonio Pérez Moreno, Fernando Regidor Salazar, Marcos Rodríguez García, Mariade Vázquez Cordero, Antreas Morphis y Andreas Savva.
Puedes verla en la Escuela de Arte de Nervión (C/ Juan de Padilla), pero ¡Corre!, que sólo tienes hasta el 9 de Junio. Además puedes echarle un ojo al resto de las fotografías que tomamos :)