Los gatos son unos maestros en el arte de disimular los signos de dolor. Es un comportamiento instintivo para evitar que los depredadores los vean débiles o vulnerables.
Por esa peculiaridad, resulta difícil detectar que los felinos estén sufriendo.
Cualquier cambio en su comportamiento puede deberse a que tengan algún dolor.
Estos son algunos de los signos que pueden presentar:
- Evitan moverse en la medida de lo posible
- Se esconde
- Deposiciones fuera del arenero
- Falta de aseo y de marcaje facial
- El tercer párpado es visible
- Exceso de saliva (sialorrea)
- Agresividad
- Maullidos más frecuentes
- Posturas antiálgidas: encorvado, o por el contrario, estirando la patas delanteras.
Texto e imágenes de Eladia Aymat, de Ghato Verde