que se concibe pura,
que penetra en los huesos
con su frescor de mimbre.
Légamo de los bordes,
calor en los olivos,
respiración de encina
y terrones sedientos.
El verano se anuncia.
Es la mano del padre
solar y aterradora.
En mi pequeño cuerpo
lucientes sanguijuelas,
el terror milenario
de la muerte entrevista.
Nada queda de aquello:
olor del agua dulce
lavando la memoria.
Frase de Rocío Hernández Triano
Imagen de Pixabay
0 críticas :
Publicar un comentario