Una ciudad a las 7 es un cuerpo que se despereza,
que alarga su brazo para alcanzar aquello que nunca estuvo allí.
Una ciudad a las 8 es un pulmón que respira.
A las 9 es un corazón taquicárdico.
Luego, a lo largo del día, volverá a su pulso,
a sus contracciones y sus arritmias.
Y al fin, de madrugada, no será más que una sirena
que sumerge su cola en cualquier río y arrulla
entre sus pechos a los pequeños tritones
que juguetean entre los mechones de su pelo.
Texto de Carmen Ramos
Fotografía de pixabay.
jueves, 31 de julio de 2025
lunes, 28 de julio de 2025
Autoviario 1 - Lágrimas de plomo
Autoviario 1 - Lágrimas de plomo
Nunca me he fiado de los soldados
que nunca lloran
hasta quizás el momento
justo antes de su muerte
en la frontera,
en la trinchera,
en el frente,
o en el paredón
ante el pelotón de fusilamiento.
Hasta que no tienen nada más que hacer.
Imagen de uso gratuito de Pixabay.
Texto de Álex Ruiz.
Autoviario son 7 poemas compuestos en noviembre de 2015 mientras conducía y le daba la vuelta a Andalucía por motivos laborales. Como no podía escribir y conducir (y mucho menos en una autovía) los grabé en audio una vez compuestos mentalmente y... se quedaron demasiado bien archivados durante una década. 😅
jueves, 24 de julio de 2025
Nihil obstat
NIHIL OBSTAT
Ni las dudas,
ni el pasado,
ni las opiniones ajenas.
Nada impide.
El último único obstáculo
entre mi piel
y tu piel
es la distancia.
11/07/2025
lunes, 21 de julio de 2025
Ascensión
ASCENSIÓN
Tarde o temprano acabas harto, muy harto, demasiado harto. Ese
tremendo hartazgo te abre los ojos. Estás en lo más profundo del
pozo al que tú mismo te arrojaste. Te ahogaste. Eres un finado, un
difunto, un trozo de carne pudriéndose en el fondo de tu propio
abismo. Pero tú estás harto, exageradamente harto y no vas a
quedarte ahí.
¿Hacia dónde tirar pues? Hay varias
opciones:
Una es aceptar la condición de fallecido,
estrecharle la mano a Doña Parca, abrazar el rigor mortis de manera
permanente, brutal, definitiva.
Otra es merendarte tu
hartazgo, descartarlo, hacer con él lo mismo que has hecho con todo,
quedarte ahí como cerdo revolcándose en el lodazal.
Y
otra es subir, ascender, salir del maldito pozo.
Intentas esto último. Comienzas a nadar hacia arriba mas notas
que te cuesta, mucho, demasiado. Algo impide tu ascensión. Llámalo
cadenas alrededor de tu cuerpo, anclas aferradas a tus tobillos,
tentáculos de tu monstruo interno aferrándote. Llámalo como
quieras. Llámalo todo eso y todo lo malo y lo peor que imagines. Es
algo, muchos algos, innumerables algos tirando de ti, manteniéndote
en las profundidad abisales de tu puñetero pozo.
Pero tú
estás harto, realmente harto, rematadamente harto, condenadamente
harto. Dices:
–NO.
Sigues nadando sin apenas
avances.
Tu hartazgo se vuelve supino.
Sigues
nadando.
A ratos subes, a ratos te hundes.
Tu hastío se
vuelve superlativo.
Sigues nadando.
No
avanzas.
Tampoco retrocedes.
Tu asco se vuelve
SUPREMO.
Y con él viene el odio. Odio por el tú del
pasado que te arrojó el pozo, odio por el propio pozo hecho a medida
por y para ti, odio por los excesivamente numerosos algos que siguen
jalando de ti, odio por absolutamente TODO. Odio por estar nadando,
por estar intentando… ¿un imposible?
Sigues nadando. A
pesar de todo sigues nadando. Por inercia, por cabezonería, porque a
pesar del odio y de la sensación de futilidad que te inundan
tú-sigues-jodidamente-HARTO.
Algo se rompe.
De
repente nadar se torna más y más sencillo. Los tentáculos sueltan
tu cuerpo, las cadenas se rompen, las anclas se sueltan de tus
tobillos. La infinita legión de algos cae, retorna a las más
oscuras profundidades de las que brotaron.
Un poco más y
las yemas de tus dedos acarician la superficie del agua. Tu
obstinación, tu bendita terquedad te ha hecho ascender más rápido
de lo que imaginabas. O tal vez la profundidad no era tanta como
querías creer.
Ya te da igual.
Ya
estás
ahí.
Emerges. El aire vuelve a entrar en tus pulmones. El
corazón renace, late enloquecido. Las lágrimas brotan. Vuelves a
estar VIVO.
Mas esto aún no ha terminado. Aún estás en
el pozo pero sabes que ya has superado la peor parte. Te otorgas un
momento de respiro. Cierras los ojos e inspiras lentamente, dejando
que el aire llene hasta el último rincón de tus pulmones. Sonríes
al advertir el poco esfuerzo que realizas para mantenerte a flote.
Abres los ojos. Miras hacia arriba. Luz de alborada entra por la
abertura del pozo. Sus paredes están al alcance de la mano. Parecen
húmedas y vislumbras que serán difíciles de escalar… al
principio.
Vuelves a cerrar los ojos. Te tomas tu tiempo
para respirar con calma. Lo disfrutas. Deseas salir pero no tienes
prisa.
Ya no estás harto.
12/07/2025
Texto de Álex Ruiz.
Foto de Filipe Delgado, de uso gratuito
viernes, 18 de julio de 2025
Pasear
13/05/2021
Pasear tiene sus indudables beneficios físicos. Pero más importantes aún son los psicológicos. Reduce el estrés, gracias a la producción de serotonina y endorfinas y la disminución de los niveles de cortisol. Y además regula el sueño.
miércoles, 16 de julio de 2025
Insuficiente
INSUFICIENTE
No creo en más allases,
en cielos,
paraísos,
campos elíseos,
valhallas
o como te plazca llamarlos.
Y me gustaría estar equivocado,
pues no basta una vida1 para amarte.
11/07/2025
1. Verso final del poema Si... de Miguel d'Ors en Hacia otra luz más
pura, 1999.
Foto de JohannesPlenio, de uso gratuito.
Texto de Álex Ruiz.
miércoles, 9 de julio de 2025
Girasol
11/05/2021
Mi primer girasol del año. Y éste es un girasol rebelde. Vuelto de espaldas al sol, cuando los que aún están verdes miran en su dirección. Se me ocurre que podría ser el protagonista de un relato. No sé si lo haría rebelde o independiente. Seguramente esto último, me gusta más. Ser rebelde lo dejaría dependiente del sol de todas formas. Tendría que estar volviéndose de espalda todo el tiempo. Su movimiento estaría condicionado siempre por el movimiento del sol. Sin que eso tuviera que ver con su propio beneficio. Incluso aunque fuera en su perjuicio. Es lo que les pasa a los seres rebeldes. Pero si mi girasol es independiente, como creo que es, su movimiento estará condicionado por su propio interés. Será su curiosidad quien le guíe. O tal vez su comodidad. Puede que le moleste el sol en la cara y a veces puede que quiera mirarlo de frente. Si es independiente, estará en conexión consigo mismo. Aunque eso no quiere decir que se sienta superior a los demás, ni que sea un solitario. A pesar de que a veces esté solo y se sienta un poco incomprendido.
martes, 1 de julio de 2025
Límites
11/05/2021
En la vida se pueden encontrar límites y sobrepasarlos. A riesgo de que se hagan más contundentes. Las relaciones se construyen en esa confluencia de límites, donde a veces dejamos que alguien invada nuestro espacio y donde otra persona deja que invadimos el suyo. Es un mutuo acuerdo, crear intersecciones. Los conflictos surgen en ese espacio. Cuando alguien traspasa el límite de otra persona sin su consentimiento.