lo encuentro en la misma acera
cuando voy al trabajo.
El traje de payaso rojo hiriente
la barba postiza, los ojos humillados.
Cuando hace mucho frío
se refugia unos momentos en la peluquería
que le paga. Su trabajo es dejar acercarse
la Navidad en esa esquina
sin oponer resistencia,
recordar a las gentes la alegría coactiva,
la obligación de comprar.
Centinela del consumo: me despiertas la rabia.
Pero enseguida pienso
que entre los tres o cuatro millones de parados
tú al menos has logrado faena para un mes.
Me gustaría saber cuánto te pagan.
Soñar con rudimentos de organización sindical
para estos santaclaus de alquiler
es ya disparatar y me arrepiento.
Poesía de Jorge Riechmann
Imagen de Pixabay
0 críticas :
Publicar un comentario