lunes, 20 de abril de 2020

La estafa y el arte (XI)

0

OTRO CONCIERTO

El intérprete tocaba el piano en un museo habilitado para la audición del concierto frente a las coronas votivas de los visigodos. El programa consistía en piezas de los autores clásicos de toda la vida. Transcurridos varios minutos, mientras el pianista transitaba en un complicado scherzo, dos policías irrumpieron en la sala junto con un hombre cubierto con un peto naranja que gritó: ¡Detengan al impostor! La policía se llevó al pianista y el hombre de naranja ocupó el piano, se escupió en las manos y comenzó a golpear el teclado con los puños; sonaban ritmos rotos, irracionales, brutos; quizá improvisados. Cuando terminó aplaudimos fuerte, como resucitados por un masaje cardiovascular.


Texto e ilustración Garven

0 críticas :

Publicar un comentario