viernes, 17 de febrero de 2023

Momentos de cine II

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-Pobre... Qué horrible tiene que ser.

-No es suficiente una soga para ahorcarle.

-¿Qué quiere usted decir? 

- Que hasta un harapiento como ese tiene su ángel de la guarda. Un ángel rubio que vela por él.

 

Pocas películas existen con más frases míticas por minuto que esta barbaridad perpetrada por Sergio Leone allá por 1966. Lo cierto es que, a pesar de su calidad, siempre se ha relegado a un segundo plano por pertenecer a aquella corriente llamada "spaghetti western". De su trilogía del dólar (completada por Por un puñado de dólares y La muerte tenía un precio) es, sin duda, mi preferida. Los ochenta y sus héroes carismáticos le deben muchísimo a esta obra. Pero es que el villano tampoco se queda atrás. Y, por supuesto, el Feo, esa suerte de antihéroe con un catálogo infinito de improperios y maldiciones. Podría copiar y pegar los diálogos completos y sólo algunas líneas (probablemente de algún secundario o figurante) quedarían fuera de la historia del cine. Pero elijo esta, por el uso magistral del plano y el contraplano en personajes que ni siquiera están interactuando directamente. También, por qué no decirlo, porque es una de las frases favoritas de mi padre, junto a quien la vi tantísimas veces. 

Extracto del maravilloso guion de Sergio Leone, Agenori Incrocci, Furio Scarpelli y Luciano Vincenzoni
Imágenes propiedad de United Artists
Texto breve de Antonio Moreno

 

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