viernes, 8 de noviembre de 2019

Carpe diem

0

Cuando murió mi tío, en la cafetería del tanatorio, mi padre me dijo algo a lo que he ido encontrando cada vez  más sentido. Estábamos tomando una cerveza juntos y me preguntó:
- ¿Sabes qué tiene de especial está cerveza que te estás tomando? - y sin esperar mi respuesta, mi padre no era mucho de esperar, sentenció:
- Que esta cerveza es sólo para ti, y te la vas a beber sólo tú, a no ser que alguien te pida un poco. Es tuya. Se ha hecho para ti.
Carpe diem. 
No era mi padre muy de filosofías positivistas que ahora está tan de moda. Ahí acabó la conversación.
Apuramos la cerveza y volvimos a la sala del tanatorio donde la gente despedía a mi tío. Se paraban frente al cristal y decían las frases típicas de esos momentos, "parece que esté dormido", "qué buen aspecto tiene", y cosas así que la gente dice sin pensar y por cumplir.
Mi padre no le daba importancia a estos comentarios y yo siempre me reía de ellos. A veces los recuerdo con un buen amigo.
Últimamente tengo la sensación de que he llegado tarde a las cosas que mi padre me decía y sobre las que nunca le pregunté como debía. Me encuentro en casa repitiendo sus manías y muchas de sus coletillas.
Esta sensación es ahora una realidad ya que para hablar con mi padre sólo me queda mirar su foto y ya nunca responderá a más preguntas desde detrás del cristal del marco de la librería. Debería haberle preguntado más.
"La muerte no consiste
en no poder comunicar
sino en ser ya para siempre incomprendido."
Pasolini.

Texto A. Ramírez
Imagen de Pixabay


0 críticas :

Publicar un comentario