domingo, 16 de octubre de 2016

Bob Dylan

2

A. Moreno:
Partiré de la base de que no soy fan de Dylan más allá de Hurricane, Blowing in the wind o Masters of War. Knocking on Heaven's door me parece una canción bastarda. Pues bien. No conozco mucho la obra del cantautor. Sé que ha retratado como nadie la historia del mundo y sobre todo de su país a través de sus canciones. Toneladas de letras que hablan de la discriminación racial, la pobreza, la hipocresía de la sociedad y los políticos que la rigen y otros miles de temas que son nuestro genoma social. Ha escrito muchísimo, ha sido una especie de juglar del anterior siglo y de lo que llevamos de éste. Pero ¿dónde está el límite entre el poeta y el músico, entre el cantautor y el literato?

A mí me encantan las letras de Dave Matthews, Eddie Vedder, Neil Young, Warren Haynes o Robb Flynn entre tantos otros creadores de canciones. Sin embargo los considero eso mismo, letristas, músicos, que no es poco. La música popular lleva siglos poniendo letra a las melodías y no por ello están poblando estanterías de libreros por todo el planeta. Es otro rollo. Otra forma de transmitir. ¿Otra manera de contar historias? Sí. Pero lo veo más como un conjunto,un complemento fundamental a la música. Si hubiera un galardón definitivo, como parece ser el Nobel, dedicado a la canción pues no sabría si dárselo a él por el simple motivo que he expuesto al principio. Aunque, si existiera y estuviera en mi mano, lo amañaría para que se lo llevase Eddie Vedder. Pero ¿y si Dylan es un poeta que ha puesto música a sus poemas? ¿Qué hacemos con eso? Me encanta sembrar la duda aunque en este caso lo tengo más o menos claro. Literatura es otra cosa. Lo malo es que tampoco he leído a Murakami. Así que Nobel para otro.
Sebas Abdala: No es un dato menor que haya tomado su seudónimo de Dylan Thomas, pero su obra, como poeta, intima con la música. La verdad que, desde que soy chico, he desconfiado de las calificaciones y premiaciones de conocimiento masivo a manos de un “selecto” grupo de pocos, y tiendo a poner en duda las elecciones de Don José Nobel.

El concepto de escritor, de trabajador literario, o de persona que escribe, es incatalogable. Uno no puede ir por ahí diciendo que tal es escritor, tal es dramaturgo, tal es guionista, o, como he sufrido en carne propia, "eso no es literatura, che". Pero sí debo decir, por ejemplo, y tomando el Nobel como algo superior que esta premiación a Dylan no lleva la etiqueta que puede merecer.

Hace años que se viene rumoreando que le van a dar el Nobel, (incluso decían que César Aira estaba nominado, esto ya es joda total), y siempre removió el avispero de notables. Entonces pregunto: ¿Murakami es un renegado por orientalizar a la juventud europea con su "hipsterismo nipón"? ¿A Borges, Vallejo y Cortázar no se lo han dado por cuestiones políticas? Entonces a Vargas Llosa sí por una cuestión de funcionalidad al poder, ¿verdad?

Pero todas estas cuestiones que planteo no hablan de los dotes artísticos de los merecedores o no; tampoco entiendo bien de qué hablan, porque soy un gran admirador de Doris Lessing y Saramago, y su obra siempre me ha parecido de ésas que serán universales y atemporales. Así como Elfriede Jelinek y Toni Morrison me parecen golpes profundos al estómago de un sistema que, socialmente, crea guetos por todas partes hace centurias.

Aplaudo el reconocimiento más que la valoración en sí: Bob Dylan es una pieza fundamental en la historia de la lírica en lengua inglesa, sin lugar a dudas, y su trabajo como tal es indiscutible, pero no creo que sea escritor. Y repito que mi aseveración no pretende descalificar, pero para los que les parece relevante recibir el Nobel de algo, reitero, que opino que la categoría es errónea.

Entonces la cuestión no es debatir por qué sí a Dylan y por qué no a Umberto Eco. ¿Sus estribaciones son tan distintas? Se suele decir: “Periodista y escritor. Investigador y escritor. Compositor y escritor. Politoxicómano y escritor”, y la amalgama que más te guste.

Muchachos, cenen tranquilos, el Nobel se queda en occidente, mostrando los dientes de su majestuosa U.S.A., pacificando una Colombia desangrada (con tanta ayuda de los Marines, ¿o de dónde crees que salen las armas de los Carteles de la droga? ¿De Cuba?) y en Bob Dylan, claro, que es lo más poético que les queda.



Texto: A. Moreno y Sebas Abdala
Dibujo (grafito): Saray Pavón

2 comentarios :

  1. La música tradicional siempre fue la literatura de los pobres.de los oprimidos, Dylan surge de estas ideas,seguidor dek legendario Woody Guthrie, el cantautor por excelencia de la depresión americana, No es cierto que Dylan cogiera su nombre del poeta Dylan Tbomas,, Dylan bromeaba que le habia hecho un favor al poeta poniéndose el nombre de Dylan, Dylan es más seguidor literalmente hablando de Kerouac,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No puedo estar más de acuerdo con tu primera frase, pero aunque fuese la literatura de los pobres pienso que la literatura y la música, en los premios, están (o estaban) diferenciadas.

      Yo hago mezclas artísticas pero no vería lógica en que me diesen un premio destinado a la ilustración si estas estuviesen incluidas tan sólo en mis audiovisuales.

      Al menos ese es el enfoque que creo que se le ha pretendido dar a este artículo :)

      Eliminar