martes, 1 de octubre de 2024

Un cambio

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18/03/2021
Puede parecer esta imagen igual a otras. Y no lo es. Un cambio de ángulo, el punto desde el que se hizo, la luz, la estación del año. Pueden aportar pequeñas modificaciones que hagan la diferencia. Y cada una, nos trasmitirá una sensación diferente. Así pasa con nuestros días. No hay uno igual a otro. ¿Por qué vivirlos como rutina? Vive la aventura de las pequeñas diferencias. Observa los matices y pronto te sentirás realmente con vida.

Texto e imagen de Maite Márquez Martín

martes, 17 de septiembre de 2024

lunes, 9 de septiembre de 2024

Membrillo

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16/03/2021
Ayer tuve que detenerme a admirar este regalo de la naturaleza. En un rincón de lo que hoy se utiliza como trastero municipal. Allí se arrumban porterías de fútbol desechadas, losetas, arena, bancos de hierro que han dejado de cumplir su función. Y allí estaba esta planta en todo su esplendor. Agradeciendo el sol que la calentaba. Sin preguntarse si podría haber tenido mejor vida. Si podría haber disfrutado de un mejor jardín. Sólo siendo lo que es. Un membrillo que primero ofrece sus preciosas flores y después sus preciados frutos. Dándole sentido a su vida y a la mía. Estamos aquí para ver la belleza, para crearla, admirarla, disfrutarla, cuidarla, respetarla. Muestra la que hay en ti, cuídala, riégala, hazla crecer. No esperes a estar en un mejor lugar. El tiempo es aquí y ahora.

Texto e imagen de Maite Márquez Martín

domingo, 1 de septiembre de 2024

Talleres

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16/03/2021
Hoy hemos tenido un taller puntual de lectura terapéutica. El taller cero podríamos decir, para calentar motores. El formato digital ha entrado en nuestras vidas, seguro que para quedarse. Aunque se alterne con talleres presenciales cuando sea posible.

Empezamos por las presentaciones, para conocernos un poco. En cualquier taller participativo es esencial generar confianza entre quienes lo realizan. Y cuando se trata de psicoterapia grupal, la confianza se convierte en una necesidad. Sin ella no sería posible la apertura. Y sin apertura, al menos de algunas de las personas que participan, no habría trabajo terapéutico. Cada persona comparte lo que quiere compartir, lo que puede en cada momento. Sin presiones. Y se aprende también a través de las vivencias de las demás personas. Ésa es la riqueza de la psicoterapia grupal. Puede acelerar procesos. Aunque a veces hay que acompañarla de psicoterapia individual, para tratar temas que no se quieren compartir, o que necesitan una atención más específica y prolongada.

Hoy se ha comprobado que con un taller de tres horas un día no es suficiente. Un sólo relato corto ha dado para mucho. Comenzando por todo lo que María nos aportaba sobre la autora y cómo fue desgranando el relato, dirigiendo la atención sobre partes de él. Que nos ha dejado con ganas de más y que se ha fundido a la perfección con los aspectos psicoterapéuticos que iban surgiendo.

Estamos ya en la línea de salida. El 9 de abril comenzamos un ciclo de seis sesiones. Dos talleres mensuales de tres horas de duración cada uno. Anímate a apuntarte. Dedícate ese tiempo y ese espacio para ti. Comienza tu autocuidado y produce cambios positivos en tu vida.

Texto e imagen de Maite Márquez Martín

domingo, 18 de agosto de 2024

sábado, 10 de agosto de 2024

viernes, 2 de agosto de 2024

Recorriendo senderos nuevos

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10/03/2021
¿Paseo yo a Yago? ¿Me pasea él a mí? Lo cierto es que disfrutamos recorriendo senderos nuevos. Viendo llegar la primavera antes de tiempo. Que sin él, encontraría mil cosas que hacer antes. Que no encontraría tiempo para algo tan sencillo y que repercute en mi bienestar físico, emocional y mental. Fortalece mis músculos, me hace segregar serotonina y deja mi pensamiento en reposo.

Texto e imagen de Maite Márquez Martín

miércoles, 17 de julio de 2024

La primera tarde

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02/03/2021

Hoy hace un mes de estas fotos. El primer día de Yago en casa. La primera tarde. Habíamos dado antes un paseo para ganarme su confianza. Cuando entramos en la vivienda y le quité la correa, fue directo al patio. No me dejaba acercarme y utilizaba la mesa y sillones como defensa. Así garantizaba la distancia. Decidimos dejarlo. No forzarlo. Que sintiese suyo el espacio. Y cuando volví al patio él sólo se acercó. Pronto estaba en su primera cama. La que me dieron en el refugio para que le diera seguridad. Y dejaba que le acariciásemos. Desde entonces ha ido avanzando en su seguridad día a día. Aún está en proceso, aunque feliz en la independencia que va ganando. Una muestra de que los traumas pueden superarse con el trato adecuado.

Texto e imagen de Maite Márquez Martín

martes, 9 de julio de 2024

lunes, 1 de julio de 2024

Caminar solo

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23/02/2021
Yago empieza a caminar solo. Sin ir sujeto a la correa. Probamos un poco, entre su miedo y el mío. El suyo le apega a mí y el mío surge cuando emprende la carrera decidido. Lo llamo y corro en sentido contrario a su carrera. Viene hacia mí temiendo perderme, como antes temía yo perderlo. Qué difícil resulta dejar crecer, dar autonomía, cuando se teme que quien protegemos no sepa manejar su libertad. Y sin embargo, nunca aprenderá a ser libre y cuidarse, si no corremos el riesgo de soltar.

Texto e imagen de Maite Márquez Martín

lunes, 17 de junio de 2024

Descubrimientos

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02/02/2021
Paseo matinal, compartiendo los descubrimientos de Yago de su nuevo entorno. Empatizando con él. Alejándome estos días del campo de tiro, donde los militares practican con sus armas entre Camas y Castilleja de Guzmán. Y llevándome a Yago, como por capricho, hacia el otro extremo, el límite entre Guzmán y Valencina. Porque su miedo es tan grande que apenas lo expresa. Le paraliza. Contiene su respiración y no emite ningún sonido. Sólo alguna vez algo le sobresalta. Alguna rama que lo toque de manera inesperada. Un perro que corra hacia él sólo por darle la bienvenida. A veces nada, quizás el aire. Hace que pegue un respingo con el que sólo consigue ponerse de frente a la causa de su sobresalto. La correa no le permite ir más lejos. Y le veo hacer un reconocimiento, desde su parálisis de nuevo, como diciendo "ah, ha sido sólo eso". Es valiente sin embargo y se alegra cuando nos preparamos para salir a caminar. Aunque lo haga volviendo la cabeza atrás o moviéndola de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. No sabemos qué le ha llevado a esta situación, sólo podemos atender a sus reacciones. Estar en continuo contacto con su emoción. Ganarnos su confianza para que recupere la que perdió en el mundo. Aprende cada día, en cada momento. Celebramos sus juegos en casa, donde se siente más seguro. Tristemente hay miedos que siempre perduran, algunos puede que siempre permanezcan con él. Lo importante es que no le impidan disfrutar de una vida feliz. Que no sean frecuentes y que los resuelva cuanto antes.

Texto e imagen de Maite Márquez Martín

domingo, 9 de junio de 2024

Cuando se acaba el día

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14/02/2021
Cuando se acaba el día y apagamos la luz, podemos recapitular lo vivido. Qué hicimos, qué dejamos de hacer. Qué queríamos haber hecho. Qué nos lo impidió. Y desde ahí podremos proyectar un mejor mañana. Sin ansiedad, con aprendizaje. Que en cada momento hacemos lo mejor que podemos.

Texto e imagen de Maite Márquez Martín

sábado, 1 de junio de 2024

La vida da paso...

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11/02/2021
La vida da paso a otra vida. Nadie ocupa el lugar de nadie. Sólo que el amor que podemos dar, es bueno que lo transmitamos. Aún en duelo por Enia, ha llegado Yago a nuestra vida. En nuestro corazón hemos pedido permiso a Enia y ella, generosa y maternal como era, nos ha dicho que adelante. Yago se llamaba Biel, y hasta el miércoles que viene sigue siendo su nombre oficial. Sin embargo le ha gustado su nuevo nombre, se reconoce en él y viene cuando lo llamamos. Es un perro muy inteligente, con una historia que sólo él conoce y que le había llenado de miedos. Nos previnieron en el refugio que necesitaba trabajar mucho con él. Nos lo ha puesto fácil y va aprendiendo que todas las personas no van a hacerle daño.

@ArcadenoeSevilla

Texto e imagen de Maite Márquez Martín

sábado, 18 de mayo de 2024

viernes, 10 de mayo de 2024

jueves, 2 de mayo de 2024

miércoles, 24 de abril de 2024

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Los gatos son unos maestros en el arte de disimular los signos de dolor. Es un comportamiento instintivo para evitar que los depredadores los vean débiles o vulnerables.

Por esa peculiaridad, resulta difícil detectar que los felinos estén sufriendo.

Cualquier cambio en su comportamiento puede deberse a que tengan algún dolor.

Estos son algunos de los signos que pueden presentar:

- Evitan moverse en la medida de lo posible
- Se esconde
- Deposiciones fuera del arenero
- Falta de aseo y de marcaje facial
- El tercer párpado es visible
- Exceso de saliva (sialorrea)
- Agresividad
- Maullidos más frecuentes
- Posturas antiálgidas: encorvado, o por el contrario, estirando la patas delanteras.

Texto e imágenes de Eladia Aymat, de Ghato Verde


jueves, 18 de abril de 2024

miércoles, 10 de abril de 2024

martes, 2 de abril de 2024

Pura supervivencia

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29/12/2020
Nova es pura supervivencia. La encontró mi hija por esos parajes que ahora recorre feliz. Abandonada a su suerte. Enferma de leishmania. Delgada hasta no ser más que pellejo encima de los huesos. Llena de pulgas. Sin pelo en muchas zonas. Caminando en postura fetal, rodillas dobladas hacia dentro y torso encorvado. Protección segura del maltrato recibido. Temblando más de miedo que de frío. Temerosa de los hombres. Aún era cachorra, un año de vida. Ahora tiene diez años. Es feliz desde aquel día de encuentro. Ha aprendido a distinguir a los hombres de esos otros seres que sólo tienen de hombre la apariencia. Que hacen daño, maltratan, devuelven mal por bien. Tal vez alguien debió quererlos un día y no lo hizo. Y sacaron la conclusión errónea de que el amor no existe. Tampoco a Nova la quisieron y siempre ha dado amor. Es inteligente. Por eso también por fin lo encontró. Que nada te quite tu capacidad de amar, porque es el mejor don que tienes.

Texto e imagen de Maite Márquez Martín

domingo, 17 de marzo de 2024

viernes, 1 de marzo de 2024

domingo, 18 de febrero de 2024

Me devolviste la juventud

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02/12/2020
Me devolviste la juventud. Me llenaste de paseos por el campo y carreras. Mi temor era no poderte sostener en unos años, si tu energía seguía teniendo la misma fuerza. Me diste tu amor por la vida, tu alegría y tu paciencia. Ibas tras lo que llamaba tu atención, sin pensar que te tenía sujeta. Me llevabas en volandas a donde quiera que fueras. Si te soltaba, corrías haciendo una circunferencia, de la que yo era el centro de tu referencia. Me gustaría que hubiera un lugar donde encontrarnos, sin miedos ni pandemias. Qué cortaron tu libertad y mermaron tu socialización, sin que comprendieras cual era la razón. Me dejaste tu mirada, para siempre clavada en mi corazón

Texto e imagen de Maite Márquez Martín

miércoles, 14 de febrero de 2024

Vals en solitario

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Extraño ser y extraño amor, tuyo y mío,
absurda historia, delirantes imágenes,
remotos pasajeros en un tren sin destino,
compañeros entonces, unidos y tan lejos,
al filo de la vida, donde duerme el silencio.

Suene por ti, interminable, un vals,
suenen por ti, incansables violines,
suene una orquesta en el salón enorme,
suenen tus huesos celebrando tu espíritu.

Una copa de tallado cristal, alzada al cielo,
brinde por tu azul adolescencia disecada
y madera y metal festejen tu retrato
de borrosa figura y suave pelo oscuro.
Suene, suene hasta el fin el largo trémolo,
la delicada melodía, vagarosas nubes de pasión
bañando de alegres lágrimas tus ojos imposibles,
dibujando en tus labios un deseo perdido,
entrega fugitiva, besando sólo el aire.

Vals en el tiempo y en la dicha sonámbula
de la eterna alegría y la más tersa piel
riendo bajo luces de radiantes reflejos,
inmóviles estrellas en la noche fingida.

Música y sueño, sueño technicolor,
tan cursi y tonto que llena de ternura
en algunos momentos del todo indeseables
cuando vivir resulta un sueño más grotesco.

Oh amor de Mayerling y antigua Viena,
dulce Danubio y fuegos de artificio.

Oh amor, amor al amor, que te conserva
como un oculto talismán y mariposas disecadas.

Extraño ser, extraño amor, extraña vida tuya.

Una gota de sangre en una gota de champagne,
el ruido de un disparo irrumpiendo en la música,
un helado sudor tras las blancas pecheras,
no podrán detenerte, hacer cambiar tu paso.

Tú seguirás, sobre ti misma, bailando siempre,
soñando siempre, soñando enloquecida,
aunque caigan, con estruendo de cascote y tierra,
los decorados techos, las gráciles arañas,
y rasguen lentamente tu rostros los espejos
y en un quejido mueran las cuerdas y sus notas.

Tú seguirás, eternamente sola y desolada,
girando entre las ruinas, evocando otras voces,
sonriendo a fantasmas con tímida esperanza,
en helados balcones abrazada a tus brazos.

Verás borrar la noche, su temblor inconstante
y otra luz, turbia luz, iluminar tu reino.

Su terquedad cruel descubrirá las ruinas
y la verdad del tiempo detrás de tus pupilas.

Pero tú seguirás sin detenerte nunca,
fantasma ya tú misma en el gris de la sombra,
altiva la cabeza sobre el cuello intocable,
girando para siempre, bailando para siempre,
frente a la sucia realidad de la muerte,
frente a la torpe mezquindad de los hechos.

Tú seguirás, extraño ser, extraño amor,
danzando sola, escuchando impasible
ese vals de derrota, extraña magia,
ese vals de derrota, tu más cierta victoria.
Poema de Juan Luis Panero
Imagen de Pixabay

domingo, 4 de febrero de 2024

viernes, 2 de febrero de 2024

A esta piel

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A esta piel
que baila sobre la noche,
quieren seducirla con EME
y carreteras secundarias
que desvían y llevan
a dormir en casas ajenas,
a vestir trajes de infarto
con tacones-rascacielos;
pero mis ojos, fingiendo
temor, me devuelven
a aquel lugar que llamo
casa: tus brazos.


Poema e imagen: Saray Pavón

lunes, 22 de enero de 2024

sábado, 20 de enero de 2024

Ahora podría,...

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complicidad de manos-ha editado

















...con estas mismas manos
que asesinaron y ocultaron las pruebas,
filtrar el invierno y los cuchillos
o contarte ciertas cosas como que
a veces llega una persona que piensas
que encaja perfectamente contigo,
con tu cuerpo -en cualquier postura-
y le rodeas con las piernas o apoyas
tu cabeza en su hombro y articulas
pájaros en los besos hasta que percibes
que toda la mentira cabe en su boca
y comienzas a asfixiarte con su lengua
venenosa y se llena tu pecho de exilio;
que hay gente que se toma el amor
como un mero tentempié y luego huye
borrando sus huellas y tú te cansas.
Que el abismo tiene nombre y familia
o que debiéramos ser como los animales
y pensar sólo en el ahora, en el hoy,
porque mañana nunca se sabe,
porque mañana no estaremos aquí
o porque hay tardes en las que naufraga
el corazón y se van yendo las ilusiones
con sus zapatos vagabundos; o tal vez
porque es más fácil recortar la tristeza
de nuestras pieles de lo que creemos.
Con estas mismas manos que han acogido
la muerte y la han mecido con el vaivén
de un columpio, quisiera decirte que la vida
no es más que un estremecimiento en la carne
y una ciudad que se queda con la garganta seca
y los ojos y las manos que tienen lengua
y los gemidos que suben por tu pecho
y un punto final en mi poema
y un punto final.



Poema e imagen: Saray Pavón

jueves, 18 de enero de 2024

domingo, 14 de enero de 2024

Used words

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Con palabras usadas,
gastadas por el tiempo y la costumbre,
cuyo último temblor ya no se siente.
Con palabras, como sueños, quemadas por la vida,
esta noche de lluvia hablo contigo,
trato de hablar al menos, ligeramente ebrio,
construyendo cada sílaba en el país de nunca jamás,
y sintiendo esa repentina lucidez
con la que, de pronto, rompemos la rutina de ser y conocemos,
sintiendo, digo, esa rara sensación, distante y desangrada,
del whisky, de la noche y el silencio,
de la entusiasta desesperación con que aceptamos la derrota,
de ese vértigo, a veces, sólo a veces, tuyo y mío,
donde morimos sonriendo con los ojos abiertos.
Sintiendo lo poco que es un beso al fondo de tu lengua,
o tus ojos mirándose en los míos,
o nuestras manos unidas en el aire,
recorriendo un museo de aceptados fracasos.
Desfilan, batallón desolado de fantasmas,
nombres y nombres con distinto eco.
Pretendemos, con abolidos rostros, fechas caducadas, ciudades imposibles,
contestar una vieja pregunta
cuya respuesta sólo la muerte ya conoce.
Años y años, voluntarios exilios de seres y países,
los hijos que no quise tener, los que tú sí tuviste,
el temblor del deseo que aún guardas en tu piel,
mi repetido navegar de cama en cama,
se reúnen y afirman su destino
frente a la ceremonia del amanecer.
Y todo lo sabemos y está escrito en tus ojos,
sin embargo hoy, este día con sol, -tan raro en Bogotá-
de finales de julio, de algún año cualquiera,
te propongo mi amor, sé que tú aceptarás,
con palabras usadas, te propongo mentirnos.
Pasada ya la noche, quietos frente al espejo,
mientras yo me afeito y tú pintas tus labios,
te propongo mi amor, decir que nos queremos.
Decir -y son tan sólo ejemplos- «hoy existe la vida por nosotros»
o «tú no te morirás nunca»
o, tal vez, «aún hay noches y noches que esperan
nuestros brazos, ese especial calor de dormir abrazados».
Olvidando, tratando de olvidar nuestro pasado,
ignorando el futuro, sin duda inalcanzable,
con palabras gastadas, decir y repetir
-es otro ejemplo- «gracias mi amor por haber existido».
Al menos por un rato -a nadie molestamos-
con palabras usadas mentirnos y mentirnos,
mentirnos contra el tiempo, despreciar su victoria.

Envío:
Te dejo este poema
confuso, absurdo, largo,
para que tú lo tengas como un pañuelo viejo
a los pies de tu cama, para que tú la tengas,
y un día te lo encuentres, confuso, absurdo, largo,
un día como éste -cuando ya no estaremos-
y recuerdes, debajo de la ducha,
que alguna vez te quise -mentiras y mentiras-
que alguna vez te quise -era un día de julio-
con palabras usadas, como un disco rayado,
que recuerdes, mi amor, esta letra de tango.



Poema de Juan Luis Panero
Imagen de Pixabay

miércoles, 10 de enero de 2024

Tasas de aeropuerto no incluidas

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Pelas la gamba con destreza de cirujano
y por enésima vez te preguntas qué haces aquí.
Viajar es ser en otra ciudad
y es obvio que ser no se te da.

Solicita tu ejemplar del mapa en la oficina de turismo.
Despliégalo, entrecierra los ojos, sortea el espónsor.
Concéntrate.

Tu mirada sobrevuela
la versión miniaturizada del East End
y las indicaciones para llegar a Harrods
pero por más que lo intentas
no aciertas a focalizar en el Palacio de Buckingham
ni en los autobuses de dos pisos ni en el Big Ben.

Sólo puedes pensar en este marisco que sabe
como si lo hubiera cagado otro
Piensas en lo harto que te tienen los taxistas.
Estás en Londres y piensas en Berlín.
Piensas en bombas.



Poema de Sergi Puertas
Imagen de Pixabay

jueves, 4 de enero de 2024

Iniciativa ciudadana

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08/12/2020
Iniciativa ciudadana. Colocar los carteles y recoger la basura que otras personas dejan. Qué satisfacción proporciona pertenecer a esa parte de la humanidad que deja las cosas mejor de lo que se las encuentran. Lo has probado? Puedes ser alguien que transforme el mundo en un lugar mejor. Eso también limpia tu interior. La basura la dejan personas con mucho malestar interno, aunque ni siquiera sean conscientes de él. Cada cual ofrece lo que tiene. Pero es posible cambiar el interior, cambiando cómo actuamos. Pon amor y recibirás amor. No dejes que la basura se acumule en tu corazón. Busca ayuda para limpiarlo.

Texto e imagen de Maite Márquez Martín

martes, 2 de enero de 2024

Mi madre

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Mi madre no tuvo tiempo para vestirse de rosa.
El cáncer compuesto de abismo y terror.
Un abismo que nos tragó en cuarenta días.
Luego la casa se quedó vacía.
Su cama deshecha.
Su armario intacto.
Y un niño de barbas que lo observa.

Que tan todo en su sitio.
Que tan lleno de ropa.
Que tan huérfano lo deja.
Un niño que no entendía nada.
Sesenta y un años eran pocos para un ángel.
Mi madre muerta y sus alas intactas.

No, apenas hubo tiempo para el rosa.
Ni para ser guerrera.
Ni siquiera para un par de lágrimas.
Todos los abrazos fueron insuficientes.
Los pasillos del hospital tocaron a pocas maldiciones.
Un gotero inútil.
Palabras sin efecto placebo.
La muerte era de verdad.

No.
No hubo tiempo para el rosa.
Apenas unos minutos.
Una despedida con prisa:
«Te echaré de menos.
Vas a ser feliz.
Tendrás que cuidarte solo.
Yo no te voy a olvidar.
Ahora te toca ser fuerte.
No voy a decir adiós».
Los besos dejaron de curar.
Llegó la noche.

El diecinueve de junio de dos mil trece.
Todas las portadas hablaron de lo mismo:
«Hoy amanece el mundo con déficit de bondad».




Poema de Pedro Teruel
Imagen de Pixabay