miércoles, 15 de febrero de 2017

Entrevista a Pablo García Naranjo

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Acerca de personajes macarras y de cierta mala leche: Hace unos meses llegó a mis manos una pequeña novela, brillantemente escrita, de lectura veloz, y con un personaje digno de las pelis setentosas de sábado por la tarde, pero con una personalidad abrasadora. Resulta que el autor de este libro es español y reside en Sevilla. No es su primer libro y, por suerte, no será el último, les dejamos la conversación con Pablo García Naranjo, donde nos cuenta todo lo relativo a su trabajo, sus personajes y su oficio como escritor.




La i Crítica- ¿De dónde proviene la creación de Coburn y quién es Charles Dennis Buchinski?

Pablo García - Coburn proviene de años viendo a tipos duros haciendo lo que no deben y de la forma más expeditiva posible. El germen es todo el cine consumido a edades no adecuadas; a mensajes nada éticos y a una manera de ver la violencia convertida en sirope y coches que explotan con el depósito vacío. Buchinski es el rostro conocido de la novela, el antagonista del héroe pese a que no se cruzan en la novela hasta el final. Es la plantilla de uno de esos polis corruptos de colilla en los labios y muertos en el jardín.

LIC - ¿Desde qué edad estás masticando el alma de este personaje?

P.G.- Desde que me quedaba prendando de las carátulas de las estanterías del videoclub; desde que vi que un tío mío estaba enganchado a las novelas de bolsillo. Casi desde siempre.

LIC- ¿Cuánto tardaste en darle forma y hacerlo parte firme de tu novela? ¿Otras influencias?

P.G. - Escribo rápido. Me pongo. No tengo más misterio ni más ciencia. Una vez que hablé con Marc Gras, editor de Tyrannosaurus, me puse al lío y la terminé en un par de meses. Tengo un recuerdo muy vago del proceso de escritura de mis novelas. Disperso y confuso. Recuerdo a mi mujer haciendo otras cosas a mi lado, al runrún de alguna música de fondo… Es difícil de explicar.
Mis influencias en Coburn o en cualquier otra novela que haya escrito es que procuro evadirme de los grandes nombres que sí me han influido como escritor. Como si quisiera huir de ellos conscientemente para encontrarme al final con su huella.

LIC - Te veo con 12 años, viendo pelis en la tele de Clint Eastwood, Steve Mcqueen, Charles Bronson, ¿Por qué elegiste este tipo de historias? ¿Dónde has situado las novelas e historias y por qué?

P.G. - Me ves bien. En casa éramos muy aficionados a la sesión nocturna de cine de acción fascistoide de los ochenta. Muy de Ízaro Films, de rescates en la jungla, de vigilantes que te agujereaban las espalda si les robabas la cámara de fotos, de tortas a mano abierta,; de cyborgs mitad hombre, mitad policía; de destapes y de tres películas por quinientas.
Ambientar mis novelas en los Estados Unidos es volver a visitar una tierra conocida pero jamás hollada.

LIC- ¿Hay algún personaje europeo que cuadre un poco con Buchinski, aunque no sea matón, Pepe Carvalho tal vez?

P.G. - Mi Buchinski es la imagen distorsionada del policía corrupto que se esconde bajo una moral pisoteada. Es policía como podría ser concejal o dueño de un taller de reparaciones. Es amoral por elección. Le pondría la cara de ciertos periodistas, aunque le ha tocado tener los rasgos de Charles Bronson.

LIC – Sé que sos bastante seguidor de la actualidad de ficción en general (friki, sí) y tenés tu propio blog donde vas comentando pelis y otros libros, sin embargo, Coburn no va tanto en esa línea, ¿cómo construiste estas historias evitando esas influencias?

P.G. - Coburn bordea el cómic. En algunos momentos es el Ectassy of gold; la frase parca y acerada o la hipérbole. Es más una carta de amor a Brian Azzarello que otra cosa. El que nace lechón muere cochino y todo el bagaje como lector termina recayendo el resultado. De ahí mi interés por su versión comiquera.

LIC – Sé que desde hace muy poco estás cerca de sacar una edición “gráfica” de Coburn, hablame un poco de esta historia, ¿es nueva historia?

P.G. - Es, como se suele decir, un sueño realidad. Es como prepararte como novelista con el objetivo de ser guionista de cómic. Es el trabajo más rápido y satisfactorio que he hecho en mi vida gracias a Juanma Espinosa, su dibujante. Es un homenaje al personaje y a él. Es una nueva historia que continúa la novela pero se puede leer de forma independiente. En definitiva, es el resultado de muchas ganas de trabajar y divertirnos.

LIC – ¿Qué tipo de escritor te considerás? ¿Tenés otra vertiente como relato corto, poema?

P.G. - Han dicho de mí que soy un escritor de pico y pala. De los cumplidores. Y es el mejor cumplido que me pueden hacer porque significa que se valora mi trabajo y profesionalidad. Después de seis novelas sólo busco un estilo propio y seguir divirtiéndome. Cuando no estoy con una novela escribo relatos cortos para no aburrirme o perder la costumbre.

LIC - ¿Fue muy difícil entrar en el circuito editorial?

P.G. - Para mí no porque tengo paciencia y sé que todo no sale cuando nos da la gana. Publicar un libro en una editorial es un proceso que abarca más que la escritura. Son relaciones personales y profesionales. Es confianza y agendas. Cuando empecé en esto no me comían las prisas por publicar porque tuve buenos maestros. Eso es lo que me ha abierto más puertas, creo.

LIC – Recomendanos tres novelas de acción para leer.


P.G. - Como aficionado a la literatura de derribo, a la vilipendiada, a la observada con desdén desde el pedestal… En realidad cualquiera que nos llame desde la estantería de cualquier sitio. Hay que leer, aprender, divertirse y no perder el tiempo.

Para conseguir ejemplares, actualmente, de los trabajos de Pablo García, debido a que se encuentran agotadas y próximas a re-editarse, contacto con el autor a través de facebook.

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